domingo, 10 de abril de 2011

Cuatro escenas de un México violento

Cuernavaca, 6 de abril de 2011.
Alrededor de las balas, la muerte, la violencia generalizada y el miedo, cuatro escenas simultáneas en un solo México reflejan al país del protocolo, el de la visión del gobierno, el del sentir ciudadano... y el de los hechos en vivo y a todo color.

Distrito Federal, el acto oficial

Por primera vez en la historia, una mujer es nombrada titular de la Procuraduría General de la República.

Respaldada por Estados Unidos, por el presidente Felipe Calderón y por la mayoría de representantes populares en el Senado, Marisela Morales, la funcionaria de nariz respingada y quien todo pronunciamiento lo lee como si fuera dictado por un apuntador de televisión, toma protesta y promete no utilizar la dependencia que ahora encabeza para fines políticos.

Esta mujer, quien se convirtiera por accidente en la titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), pues su antecesor Noé Ramírez Mandujano fue detenido como presunto narco, encabezó el operativo denominado "Michoacanazo" contra varios funcionarios perredistas que, por cierto, quedaron en libertad tras una serie de acusaciones por delitos contra la salud. 

Es decir, la fiscal cuya prioridad deberá ser verdaderamente investigar los crímenes que más lastiman a México, es recordada solamente por encabezar en el pasado una instancia de gobierno que todo parece indicar actuó con fines políticos... y sin éxito.

Cancún, Quintana Roo, el diagnístico de país

En la 28 Cumbre Internacional contra las Drogas, Michelle Leonhart, la jefa de la DEA -institución que encabezó el evento al que acudieron 103 países- declara que la violencia en México es una señal de que se está ganando la guerra contra el narcotráfico.

Por el lado mexicano, Genaro García Luna, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública exageradamente custodiado y protegido (¿a qué le tiene miedo?), hoy que decidió volver a dar la cara tras su largo encierro en el búnker de Constituyentes, en el DF, calcula que los niveles de violencia en el país continuarán durante otros siete años.

Cuernavaca, Morelos (y otras nueve ciudades), lo que ven los ciudadanos

Civiles con pancartas, camisetas y frases con las que inundaron las calles, marchan en repudio por la violencia que se vive en el país, encabezados por el poeta Javier Sicilia, tras el asesinato en Morelos de su hijo Juan Francisco y de otros jóvenes.

La población participante en estas movilizaciones se dice harta de la violencia generalizada y de la inactividad de las autoridades para frenar la muerte e investigar.

A más de una semana del crimen, no se cuenta con ningún avance en las investigaciones por los crímenes de Morelos.

San Fernando, Tamaulipas, la realidad

Son halladas ocho fosas clandestinas con más de 70 muertos (hasta hoy domingo 10 de abril). Una de las sospechas es que las víctimas viajaban en un autobús de pasajeros del que se desconoce mayor información.

Tras estos hechos, Alejandro Poiré, un funcionario federal que se dice vocero del gabinete de seguridad, asegura a través de un ambiguo mensaje desde un auditorio en Los Pinos, que en el gobierno "se impulsará un esfuerzo mucho mayor en su profundidad y alcance" contra los delincuentes.

Es decir, ¿qué podrá significar esfuerzo? ¿Tendremos que interpretarlo como un reforzamiento de la violencia?

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