miércoles, 22 de junio de 2011

La importancia de "El Chango" Méndez

He aquí los porqués de la importancia, para el gobierno federal, de atrapar a uno de los líderes de "La Familia Michoacana", José de Jesús Méndez Vargas, alias "El Chango".

- Porque a él y a Nazario Moreno González, alias “El Chayo” –abatido por el gobierno federal el pasado mes de diciembre-, se les atribuye el primer atentado contra población civil en un acto multitudinario. Se trata del estallido de dos granadas de fragmentación tras la celebración del Grito de Independencia en la Plaza Melchor Ocampo, de Morelia, la noche del 15 de septiembre de 2008, que provocó la muerte de siete personas. Este ataque fue una de las principales pruebas del enfrentamiento entre “zetas” divididos en Michoacán, una escisión de ellos convertida en “La Familia Michoacana” y a la que pertenece “El Chango”.

- Porque Alfredo Rangel Buendía, alias “El Chicles”, presunto “zeta” aprehendido el 15 de agosto de 2008 en el Distrito Federal, declaró ante la PGR que su jefe directo, Miguel Ángel Treviño Morales o “El 40”, acababa de dar la orden de eliminar a José de Jesús Méndez Vargas, “El Chango”, y a Nazario Moreno, como quienes encabezaron la traición hacia “Los Zetas” para apoderarse de la plaza de Michoacán, descubriéndose el enorme crecimiento de “La Familia”, organización delictiva surgida apenas hace nueve años.

- Porque junto con “El Chayo”, pasaron de ser dos de los más grandes productores de ice (metanfetamina), a través de contactos obtenidos durante su carrera como policía municipal y agente local de Gobernación, a generar recursos en Michoacán con la producción de efedrina en laboratorios ubicados en Apatzingán, Uruapan y Morelia. Posteriormente, ambos dirigirían grupos de sicarios de “Los Zetas” que se encargaban de asesinar, decapitar, secuestrar y extorsionar a rivales y comerciantes que se negaban a pagar “derechos de piso” en todo el estado.

- Porque la PGR buscaba atraparlo para conseguir testimonios que lograran fortalecer el involucramiento de funcionarios de Michoacán presuntamente vinculados con el narcotráfico, fundamentalmente después de la pifia que resultó el operativo conocido como “El Michoacanazo” y tras el que al final quedaron libres 35 servidores públicos que habían sido señalados por proteger al crimen organizado.

- Porque como líder de la joven organización de “La Familia” fue uno de los responsables de “ganarse” la simpatía de varias comunidades michoacanas, quienes paulatinamente fueron dándole la espalada a los originales “Zetas” y a los hermanos Valencia, quienes durante más de dos décadas tenían el control del territorio estatal. Parte de la población civil, principalmente jóvenes, comenzaron a cultivar, servir como “orejas” y hasta a enrolarse como sicarios para “El Chango” Méndez y sus cómplices.

- Porque el gobierno federal documentó la penetración de los líderes del grupo en acciones como la difusión de mensajes de Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, otro importante jefe de la organización, invitando a los agentes a tomar las armas a su favor y hasta a dormir con ellas frente a alguna reacción de las autoridades federales para desmantelar a “La Familia”.

- Porque encabezaba a un grupo de cabecillas cuyo plan era asesinar a lugartenientes ligados con el cártel del Golfo y “Los Zetas” para tomar el control absoluto de Michoacán. Entre ellos se encuentran también Sergio Estrada Hernandez, “El Muñeco”, “El Bofo” o “El Manys”, así como Nicandro Barrera Medrano, también identificado como “El Nica”.

- Porque también encabezó la campaña para matar a integrantes de la organización de los hermanos Valencia. De hecho, se le acusó del asesinato de Sergio Méndez y Alfredo Valencia, de aquel grupo delictivo, por lo que fue capturado el 22 de octubre de 2002, según datos de la PGR, pero liberado después a través de una serie de recursos jurídicos que lo favorecieron.

- Porque se cree que empezaba a buscar otras plazas en el centro y sur del país. La captura de “El Chango”, por cierto, fue en el estado de Aguascalientes y se sabe que conocía bien las plazas de Jalisco y Guerrero, donde fue jefe de sicarios de Osiel Cárdenas Guillén, el líder del cártel del Golfo, hoy preso en Estados Unidos.

- Porque la PGR busca reconstruir, a través del testimonio de Méndez, cómo los líderes de “La Familia” consiguieron adoctrinar y convencer a la gente más pobre de pequeñas comunidades que ellos eran sus protectores frente al mal gobierno, con la difusión de pasajes bíblicos y de libros como Salvaje de Corazón, de John Elredge, un autor cristiano estadounidense.

- Porque poco a poco fue ganando territorio en Michoacán hasta convertirse en jefe de plaza de “La Familia” en los municipios de Apatzingán, Aguililla, Buenavista, Morelia, Parácuaro y Tepalcatepec.

- Porque existen indagatorias en su contra por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y homicidio calificado. Se le considera experto en el trasiego de “crystal”, cocaína y mariguana, e incluso incursionó al mercado de Estados Unidos y Canadá. Debido a estos señalamientos, la PGR ofrecía 30 millones de pesos de recompensa por información que llevara a su captura.

- Porque recientemente prendió los “focos rojos” de las autoridades federales ante un nuevo recrudecimiento de la violencia en Michoacán, pues se investiga ya si las 14 personas asesinadas en la zona occidente de Michoacán tan sólo el sábado 18 de junio eran seguidores y aliados a “El Chango” Méndez, muertos por integrantes de una escisión de “La Familia”, denominada “Los Caballeros Templarios”.

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