Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el papel de la vocería en materia de seguridad del gobierno de Felipe Calderón, a cargo de Alejandro Poiré, quien también se ostenta como secretario técnico del Gabinete de Seguridad Nacional.
En un principio, en agosto del año pasado, cuando fue nombrado, este funcionario salía más o menos una vez por semana a dar la postura de la administración federal sobre temas de justicia y seguridad, principalmente vinculados con la violencia o la delincuencia organizada.
¿Qué vamos a hacer contigo, Poiré? |
A estas alturas, las conferencias de prensa se llevan a cabo con menor frecuencia y es más inexplicable cuál es el papel del doctor Poiré representando ante la opinión pública a dependencias como la PGR, la Secretaría de Seguridad Pública o el Ejército.
Lo último que sabemos de este servidor público, y a decir de las actitudes y peticiones de sus colaboradores a algunos medios informativos, es que hay cosas que no le parecen y que le gustaría cambiar sobre el manejo informativo.
Por ejemplo, a Poiré le enoja que le "ganen la nota" otros voceros que la mayoría de las veces conocen mejor las temáticas de las dependencias que representan. Por ejemplo, no soporta que Ricardo Nájera, de la PGR, dé a conocer algún dato sobre alguna investigación, o que José Luis Vergara, de la Secretaría de Marina, proporcione detalles de algún operativo.
Y eso que ambos funcionarios sí tienen experiencia, uno como MP y como delegado regional de la PGR, y el otro como contralmirante con años de trabajo en la Armada de México. Nada que ver con los conocimientos y el material informativo que pueda tener Poiré o sus colaboradores.
Otra de las cosas que sabemos del secretario técnico es que detesta que los medios de información manejen los nombres de los cárteles de la droga acompañándolos con alguna región del país. En eso podemos estar de acuerdo, no debemos estigmatizar a los ciudadanos de Ciudad Juárez o de Sinaloa utilizando estas zonas del país como nombre de los grupos delictivos. Lo único malo es que las propias dependencias calderonistas así etiquetan a los cárteles y ellos proporcionan de esa manera la información, lo cual habla de la nula coordinación entre las instituciones de seguridad y justicia con la de Poiré.
En fin, a siete meses de distancia desconocemos las bondades de esta dependencia de gobierno y sólo sabemos lo que su titular opina de temas sensibles y qué le molesta del manejo informativo. ¿Serán ambos aspectos útiles para los ciudadanos que deseamos buenas noticias en esta materia?
De lo que gasta el erario en el sueldo de Poiré y su gente, mejor ni hablemos.
Sin coordinación como está el gabinete de seguridad sólo se refrenda lo que en todos los ámbitos de la administración federal impera: desorden, improvisación y tozudez en algunos casos. Tu visión es clara y compele, máster. Saludos.
ResponderEliminarJR