El juicio por la presunta violación hacia una joven mujer cometida por el cantante juvenil Kalimba ya va sumamente avanzado, por lo menos a través de los medios y de las atribuciones equivocadas y errores del procurador de Quintana Roo, Francisco Alor Quezada.
Para empezar, el funcionario local dio públicamente los nombres completos de las supuestas víctimas, que algunos periódicos reprodujeron, tontamente lavándose las manos bajo el argumento de que la información la dio a conocer un servidor público de manera "oficial".
El ex integrante de OV7 en el noticiero matutino de Televisa. |
Apenas la semana pasada, el conductor televisivo Carlos Loret de Mola difundió la entrevista exclusiva con Kalimba, a quien cuestionó sobre supuestas declaraciones asentadas en el expediente en poder de las procuradurías de Quintana Roo y del DF, y ahora de un juez penal quien deberá determinar si se otorga la orden de aprehención en contra del cantante.
Con pluma en mano, en ceño fruncido e insistiendo en preguntas como para ver si caía en contradicciones, el "juez" Loret preguntó hasta en tres ocasiones a Kalimba: "pero dime, ¿hubo relación sexual?" El cantante ya había aclarado que con la supuesta víctima, una de las jovencitas de tan sólo 17 años, nunca había estado a solas, nunca hubo violencia y mucho menos violación.
"¿Pero cómo pretendes hacer que te creamos si no contestas esta pregunta? ¿hubo relación sexual?", insistió el conductor de Televisa con risa sarcástica de por medio y con el mismo tono que utilizara Adela Micha cuando entrevistó a la mamá de la niña Paulette como forzándola para que reconociera que ella era la asesina.
"Última oportunidad, hubo relación?", insistió Carlos Loret, y Kalimba, entre extrañado y fastidiado, le preguntó que qué quería decir con eso de "última oportunidad".
El cantante temblaba, no se sabe si de frío o por los nervios, pero contestó lo que pudo, dio una serie de razones y se negó a responder otras preguntas, aparentemente por estrategia de su defensa.
La siguiente audiencia, no judicial sino mediática, ocurrió hoy en el mismo programa de televisión matutino. Ahora estuvo presente la joven de 17 años cuyo nombre y apellido ya habían sido difundidos por el primer "juez", el procuador de Quintana Roo. Loret se portó buena onda y sólo dio a conocer al aire el nombre de pila de la muchacha y de la otra supuesta afectada.
La jovencita presente en el estudio respondió dando la espalda hacia la cámara en lo que prácticamente podríamos definir como un careo, en el que el comunicador intercalaba frases de Kalimba con respuestas que la joven tenía que ir respondiendo.
Frases como "¿no se te hace ilógico que...?" o "¿por qué si él dice ésto tu actuaste así?" inundaron esta segunda entrevista exclusiva-segunda audiencia.
Otra vez el joven Loret utilizó una pluma o lápiz como arma para tocarse la cabeza, apuntar o darle consistencia a su nuevamente fruncido ceño.
El proceso ante las cámaras ahí está pero el verdadero juicio, el del juez penal responsable de analizar y juzgar el caso, ni siquiera ha empezado. Buena noticia para el morbo de la sociedad pero muy malo para un debido proceso en el que las verdades apenas deberán analizarse de manera formal.
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