Marinos en el asfalto

La actuación de la Secretaría de Marina-Armada (Semar), incluso en operativos a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, muy lejos de las costas, como en la Ciudad de México, no deberá extrañarnos.

Dos días de operativos en la Benito Juárez. Foto: Cuartoscuro.

Hoy una de las instituciones consentidas del gobierno de Felipe Calderón arma sus propias investigaciones incluso en el corazón del país, pese a su tradicional formación enfocada a salvar embarcaciones en peligro y a detectar cargamentos de drogas y productos de piratería en altamar, para perseguir narcotraficantes tan sanguinarios como "Los Zetas", antes pistoleros del cártel del Golfo, por tierra.

Los marinos cuentan con el aval no sólo del presidente mexicano, sino también del gobierno de Estados Unidos, ya que de acuerdo con información difundida por WikiLeaks, los del vecino país "palomearon" su labor frente a los desastrosos resultados de la Secretaría de la Defensa Nacional. Habrá que añadir la formación reciente que reciben los de la Armada por parte de grupos de policías de inteligencia estadounidenses.

Por todo ello debemos considerar como importantes las revisiones que efectúan los muchachos a cargo del secretario Francisco Saynez en dos colonias de clase media enclavadas en la delegación Benito Juárez del Distrito Federal: la Tlacoquemécatl del Valle y la Nápoles.

Sí, en medio de zonas habitacionales, centros comerciales y corredores en los que transita mucha gente y se mueve dinero, donde vive parte de la población mexicana con niveles educativo y cultural muy por arriba de la media en el país, los marinos saben que importantes integrantes del crimen organizado se esconden y operan.

Las dos primeras revisiones que se dieron a conocer públicamente durante los últimos días han dado pocos resultados, en comparación con lo que se espera, pues la Semar efectivamente cuenta con información privilegiada y por experiencia podemos decir que ha dado tiros precisos en la actual administración calderonista, frente a los ridículos de otras instituciones que han cometido más errores que aciertos.

Esperemos pues, resultados, aunque nos parezca rara la presencia de los especialistas en altamar en las calles en las que día a día nos movemos los capitalinos.

Lo preocupante será tener la certeza, por supuesto, de que estas colonias no son ajenas al narco que azota al territorio nacional, y que ya antes supimos está presente en la zona de las Lomas de Chapultepec, donde capos de los cárteles de Juárez, de Sinaloa o de los Beltrán Leyva tenían sus guaridas, consumían en locales comerciales y hasta se ejercitaban en los espacios públicos.