La 29 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública tocó fundamentalmente dos temas: los criterios de asignación de fondos federales -más de 7 mil millones de pesos- para seguridad en los estados y la promoción, otra vez, del presidente Felipe Calderón a su propuesta de Mando Único Policial.
Es decir, se trató de una reunión meramente de procedimiento, donde no se dieron a conocer diagnósticos sobre seguridad o explicaciones a situaciones importantes relacionadas con el tema, que por supuesto implicarían tener que tratar el asunto de la violencia que ha tomado nuevas formas y no cesa en varias entidades del país.
Respecto a los dineros del llamado Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública a Estados y Municipios para 2011 se definió cómo serán entregados: más del 90 por ciento a partir de una serie de procedimientos que deben seguir las entidades como en otros años, y el resto a partir de ìndices delictivo y tamaño de poblaciones. Es decir, nada nuevo.
En seguida, se exhortó al Senado a acelerar los trabajos para que las entidades se ciñan al plan del Mando Único Policial a nivel estatal, recurso que pretende, entre otras cosas, contener la corrupción policiaca y en el mejor de los casos, reducir la violencia en el país.
Minutos de bostezo en el Palacio Nacional, donde el asunto de los recursos pudo darse a conocer a través de comunicaciones por escrito y el de la policía única pudo reiterarse en cualquier otro momento, como lo ha hecho cada miembro del gabinete de seguridad -incluido Alejandro Poiré, el del cargo que nadie entiende por qué existe- y el propio Calderón, bajo el argumento de que es la panacea.
En fin, hicieron falta la crítica y los cuestionamientos de los gobernadores y el jefe de gobierno capitalino para darle solidez a esta rutinaria reunión.
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