martes, 12 de octubre de 2010

El polémico asesino de Cumbres


Hace más de cuatro años, el caso del hoy asesino sentenciado Diego Santoy Riveroll se convirtió un espectáculo mediático (televisivo, sobre todo) tras las acusaciones por matar a dos hermanitos de su novia, Érika Peña Coss, a quien además casi dejó sin voz tras herirla a navajazos.

Si de verdad es culpable, la pena de 138 años de prisión otorgada por un juez penal de Nuevo León es ejemplar. Si no lo es, entonces tienen la razón sus cientos de fans que entonces creían en su inocencia y hoy lo apoyan a través de las redes sociales.

El asunto tiene sus bemoles y quizá si no hubiera tanta desconfianza en nuestro aparato de justicia, la sentencia sería inobjetable y hasta digna de servir como ejemplo. Lo malo del caso es que no sabemos a ciencia cierta qué pensar.

Se dice que los amplios espacios por televisión -principalmente a través de los noticieros de Televisa- obedecen a la cercanía de la joven Peña Coss con altos ejecutivos de esa empresa televisora en Monterrey.

Recordemos que casi diario había entrevistas sobre este penoso caso. Hablaba Érika, respondía Diego y el comentarista en turno daba su opinión. Algo así como lo que ocurrió con el tan manoseado caso Paulette en el Estado de México. Mejor armado, por supuesto, porque nunca cayeron funcionarios ni dejó en entredicho el trabajo de nadie.

Entonces surgieron voces de sorpresivos fans -mujeres, sobre todo- que decían creer en la inocencia de Santoy. Lo único malo es que estas opiniones se basaban en el ángel y las actitudes del hoy condenado frente a las cámaras; tampoco podemos hablar de mucho sustento en las apreciaciones.

Se llegó a decir entonces que hasta la propia Érika fue culpable de los crímenes.

El caso se agotó en las pantallas pero mientras tanto, ya era tema a nivel nacional. Como ocurre en todos los asuntos judiciales, pareció haberse quedado en el olvido.

Hoy los señalamientos en contra del joven de 26 años rindieron fruto, pese a que la sentencia tardó demasiado tiempo en definirse. La legislación penal en Nuevo León, entonces, obliga a que el hoy homicida no cumpla los 138 años en prisión. Serán (y si los aguanta) 40 solamente.

Sobre este expediente, el del "asesino de Cumbres", quedan las percepciones de muchos ciudadanos en el aire que apoyarán a una o a otra de las partes involucradas. ¿Ustedes qué opinan?

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