Se hacen llamar "la otra" o "la nueva administración", dejan mensajes escritos y adelantan cuáles pueden ser sus siguientes crímenes. Operan en la Ciudad de México y municipios conurbados del Estado de México. Dicen que son una célula de "La Familia Michoacana", que trabaja con intensidad desde hace varios meses en esta zona, y que están ganando territorio.
Se sospecha que este nuevo grupo mató hoy por la mañana a un pequeño empresario y que privó de la libertad a cuatro integrantes de su familia, quienes aparecieron minutos más tarde sin vida en una camioneta. Todo ocurrió por el rumbo del Ajusco, en Tlalpan.
Abiertamente, el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, no reconoció a alguna organización del crimen organizado detrás del múltiple crimen; sin embargo, adelantó que pudo tratarse de una venganza por narcomenudeo.
Es justo esta conducta delictiva una de las que llevan a cabo los integrantes de "La Familia", como medio para subsistir y que finalmente es uno de los eslabones que permiten la operación actual de los grandes cárteles del narcotráfico.
Entre los movimientos, escisiones, toma de territorios, detenciones de líderes y capos, o desarticulación de grandes células, el narco sigue. Lo dijo alguna vez cuando fuera titular de la PGR, el exiliado Eduardo Medina Mora: los que operan no son las cabezas visibles y los perfiles de quienes hacen caminar a estas organizaciones han cambiado.
Hoy hace falta reconocer esta hipótesis y tener la humildad de admitir que no se sabe a ciencia cierta cómo está el mapa del narcotráfico en México, quienes son los hombres clave que deben ser atrapados y mucho menos cómo se irán moviendo.
¿Hace falta trabajo de inteligencia? Más bien pensemos en que los cárteles buscan sobrevivir ante los ataques de la autoridad y de ellos mismos por la lucha del territorio, y hacen hasta lo imposible por burlar a las autoridades que los están cazando.
Se dice que "Los Zetas" se separaron del cártel del Golfo, que los Arellano Félix han cambiado de perfil, que los Beltrán Leyva tienen nuevas alianzas pero al final no se sabe a ciencia cierta quiénes dominan qué territorios y cómo se les puede combatir con eficiencia.
Los "levantones" continúan, las agresiones a medios de comunicación no cesan y el miedo generalizado entre la población civil no se detiene. Incluso corremos hoy el riesgo de que la situación empeore en el área metropolitana, donde la violencia estaba hasta cierto punto contenida.
Habrá que poner atención, por lo tanto, a los nuevos mensajes y a la información que puedan proporcionar los narcos detenidos. Es una tarea difícil pero los ciudadanos como seimpre, estamos a la espera de buenos resultados.
Foto: Captura, hace un año, de 11 integrantes de "La Familia Michoacana". Notimex
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